La distribución destaca por su racionalidad. El patio interior, jerarquiza las circulaciones, permitiendo una interacción armoniosa entre los distintos ambientes. Los espacios son amplios y luminosos, eliminando pasillos. El diseño maximiza la entrada de luz natural, aprovechando vistas, creando un ambiente interior-exterior continuo.

La paleta de materiales empleados en la construcción es corta pero precisa. En el exterior las zonas abiertas se resuelven mediante ventanales de vidrio y aluminio, utilizándose piedra gris para las zonas macizas.

En el interior, el pavimento de madera de roble contrasta con la caja acristalada de la cocina y las carpinterías blancas de puertas y mobiliario y la exquisita selección de obras de arte contemporáneo de la propiedad.

El patio introduce la luz en el interior de la vivienda, creando circulaciones a su alrededor, aportando transparencia.

El diseño paisajístico del jardín incorpora la vegetación local de forma orgánica, fusionando armónicamente arquitectura y naturaleza.

Desde la terraza se disfrutan las espectaculares vistas de la ciudad en el primer término y de las cadenas montañosas que rodean la Llanada Alavesa en la lejanía.

La vivienda ha sido concebida considerando criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. Se han implementado sistemas de aislamiento térmico, ventilación natural y tecnologías de energía renovable para minimizar el consumo energético y reducir el impacto ambiental.

El resultado final, mas allá de plegarse a modas, confiere a la vivienda una sensación de solidez y permanencia.